Emociones y Diabetes
- Un Sueño Dulce
- 8 oct 2024
- 3 Min. de lectura
El estrés puede dificultar el control de la diabetes, ya que puede alterar la rutina diaria y el cuerpo. Las hormonas del estrés pueden aumentar la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y la glucosa en la sangre. El poder reconocer las emociones y los desencadenantes puede ayudar a una persona con Diabetes a llevar una vida más sana.

En Un Suenio Dulce queremos empezar un mes con una serie de tips que nos ayuden con la diabetes y sus emociones, las frustraciones y esos momentos en los que queremos dejar todo a la buena de Dios.
El impacto al asumir el diagnóstico, tratamiento, pronóstico de la diabetes provoca innumerables y complejas respuestas psicológicas y emocionales en el paciente, como ansiedad, depresión, soledad, baja autoestima, desesperanza y minusvalía, siendo estas devastadoras y traumáticas por la pérdida de la salud, la gran responsabilidad de los cuidados y desafíos para vivir, y por ser difícil adaptarse y aprender a vivir con su enfermedad.

Las personas con diabetes viven un proceso de duelo, respondiendo con sentimiento de pérdida. La negación para aceptar el diagnóstico es parte de este proceso. La ira surge como defensa porque se sienten amenazados y la vida les parece llena de peligros. Así mismo, tienen mayor riesgo de depresión, llegando hasta la aceptación o resignación, enfrentando un sentido general de infelicidad.
Todos hemos pasado por esos días de bajón donde pensamos que todo lo que hacemos no sirve de nada. Te proponemos tener en cuenta estas maneras de lidiar con esas emociones:
Comparta con los seres queridos
A los amigos y familiares les importa y desean ayudar. Pero con frecuencia no saben cómo. Quizá quieran aprender sobre comidas saludables, postres o bocados que puedan compartir con ustedes que no aumenten la glucosa. Hágales saber específicamente cómo ayudar. La comunicación es clave.
Tenga un buen equipo medico

Arme un buen grupo de médicos y de salud que lo apoye, nutricionista, diabetólogo, psicólogo, profesor físico, etc. Hable con su equipo de atención de la salud, comparta sus miedos, sus sentimientos y su dolores, pídales recomendaciones. Concurra a una clase sobre diabetes, reciba apoyo psicológico.
Establezca límites
No se comprometa exageradamente, haga un plan razonable con su nutricionista/diabetólogo. La diabetes exige tiempo y esfuerzo.
Aprenda habilidades para el manejo de la vida
La vida en el siglo XXI es desafiante. El aprender a controlar sus propias respuestas a los creadores de tensión de la vida es una habilidad valiosa. Los hospitales locales, las organizaciones comunitarias, los grupo de apoyo de las empresas farmacéuticas, prepagas, pueden ofrecer una infinidad de clases, tales como manejo del estrés, manejo del tiempo, manejo de la ira y clases de cambio conductual. Hágase un tiempo para usted.
Apóyense entre sí

Hay algo muy poderoso en la interacción con otros que tengan diabetes. La conexión es instantánea. Los niveles bajos de azúcar en sangre y las altas de azúcar en sangre se entienden más compartiendo experiencias. El estar con otra gente que tiene diabetes puede ofrecer una sensación de confort, vale la pena revisar los grupos de apoyo.
La diabetes es para ocuparse no para preocuparse. Lo importante es que seamos conscientes de que haciendo las cosas como hay que hacerlas, que tampoco son unas cosas extraordinarias, la vida con diabetes puede ser igual de placentera y de bonita que sin ella.
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